El brazalete electrónico es un dispositivo utilizado por las autoridades del orden para monitorear a individuos que el Estado considera en riesgo de fuga, como personas que se encuentran en espera de una sentencia, en libertad condicional o en arresto domiciliario.
Si un sujeto con brazalete electrónico abandona el área a la que está confinado, una alerta (auditiva y visual) indica que el sujeto está fuera de alcance y la unidad vigilante debe de responder inmediatamente.
Diversos mecanismos de geolocalización permiten enviar la ubicación de la persona que tiene puesto el dispositivo. Asociado a cada brazalete hay un número telefónico que permite llamar, localizar y monitorear todo el tiempo al imputado.